Me llamo Mónica y soy una diseñadora con un pequeño taller en el desván. Adoro el hilo, las agujas, perforar, cortar, romper y volver a forjar. A lo largo de mi vida, han pasado ante mí cientos de artículos de piel. Cuero transformado en zapatos, bolsos, cinturones… cualquier pieza que os podáis imaginar. Mi familia ha dedicado su vida al sector del curtido. 75 años de tradición, ni más ni menos. Las texturas, los colores, el recorte, el perfume de la piel son un pedazo indivisible de mi ser.

Así que GAMUZA no es más que el tiempo contra el crono que me permite la maternidad. Un pequeño gajo donde volcar mi personalidad, inquietud y creatividad, mezcladas en la batidora junto a mis conocimientos y los recursos sobre la materia prima que me ha dado siempre de desayunar. Una aventura llena de ganas e ilusión, un proyecto propio, todavía minúsculo, pero que voy a vestir de piel auténtica, de la de verdad.